"Me ha parecido magnífica": La película de ciencia ficción en 'streaming' que forma parte de una conocida saga

Una de las películas de ciencia ficción en streaming que más está dando que hablar en los últimos días es también la pieza clave de una saga con más de tres décadas de historia. Se trata de una producción animada que recupera a uno de los monstruos más icónicos del cine y lo lanza a escenarios históricos inesperados, con resultados tan sangrientos como visualmente impactantes. Disponible ya en Disney+, esta entrega amplía el universo de ciencia ficción con un punto de vista renovado que ya está satisfaciendo tanto a los veteranos de la franquicia como a nuevos espectadores.

Quienes han seguido la evolución del personaje desde su aparición en 1987 con Arnold Schwarzenegger, saben que la franquicia Predator ha pasado por altibajos. No obstante, su esencia se ha mantenido: un alienígena implacable que viaja por el cosmos en busca de los guerreros más formidables.

El director Dan Trachtenberg, responsable del éxito de Predator: La presa en 2022, vuelve a tomar las riendas con una visión que abandona el live-action y apuesta por la animación para explorar nuevos terrenos narrativos.

Este giro no solo aporta frescura, sino que permite construir secuencias imposibles de rodar en carne y hueso. La película se titula Predator: Asesino de asesinos, y se presenta como una antología animada compuesta por tres historias ambientadas en distintos momentos del pasado: desde los vikingos hasta el Japón feudal, pasando por la antesala de la Segunda Guerra Mundial.

Misma amenaza, diferentes miradas

Cada segmento de la antología plantea cómo distintas culturas se enfrentan al temible cazador espacial, revelando sus propias estrategias, armas y códigos de honor. Esta estructura episódica potencia el componente visual gracias a una animación de alto nivel con reminiscencias estilísticas de Arcane o Samurái de ojos azules.

A nivel de experiencia, Predator: Asesino de asesinos destaca por una elaborada puesta en escena, marcada por el uso de la violencia coreografiada y una cuidada ambientación sonora. Las secuencias más potentes prescinden del diálogo para concentrarse en lo sensorial, creando momentos de pura tensión. La propuesta en conjunto consolida a Trachtenberg como una figura clave en la revitalización de la franquicia y ofrece un nuevo rumbo a una saga que parecía haber agotado sus recursos.